“El poder de la memoria alienta el poder de la imaginación. Y esa es la base sobre la que tenemos que crear algo nuevo”. Akira Kurosawa

19 agosto, 2021

Polanski y Tate IV (y último): Rejas y sábanas


El mundo lloraba tras los brutales acontecimientos. Rápidamente avisaron a Roman Polanski del asesinato de su esposa, que regresó inmediatamente de Londres. El cadáver de Sharon Tate fue enterrado con el cuerpo de su hijo en sus brazos, cuyo nombre póstumo fue Paul Richard Polanski, en honor a los padres de ambos.

la lápida de Sharon y su hijo Paul Richard
Hollywood quedó conmocionada y aterrada. Todos los artistas que vivían en Beverly Hills temían ser la próxima víctima del misterioso asesino. Sacaron a sus hijos de la ciudad y contrataron seguridad privada. La paranoia se apoderó de ellos, sobre todo de los más cercanos a los Polanski, como fue el caso de Steve McQueen que, por miedo, no asistió al funeral de Tate, cosa que decepcionó profundamente a Polanski, y pasó meses sin despegarse de su pistola, la cual llevó encima durante el funeral de su amigo Jay Sebring.

McQueen y su inseparable arma
La jet set californiana necesitaba que el caso se resolviese pronto, pero Charles Manson debió limpiar muy bien las huellas, porque durante un tiempo la policía solo hizo que dar palos de ciego, sin saber por dónde empezar a investigar. La prensa y la masa social, amantes del sensacionalismo, empezaron a relacionar la película de Roman “Rosemary’s baby” (1968) con el crimen de Cielo Drive, apuntando a Polanski como sospechoso conspirador en la matanza.

 

El asesinato de Rosemary

Len
 LaBianca, ejecutivo de una cadena de supermercados, y su mujer Rosemary, vivían en el 3301 de Waverly Drive, en Beberly Hills, una dirección que Charles Manson escogió para perpetrar el siguiente crimen de La Familia, solo un día después de haber cometido el de Sharon Tate.

el matrimonio LeBianca

El 9 de agosto de 1969, Leslie Van Houten y Steve Grogan se sumaron a los cuatro miembros de La Familia que la noche anterior habían estado en Cielo Drive, además del propio Manson, que no estaba contento con el ruido de disparos que hicieron en casa de los Polanski y que se unió a ellos para decirles “cómo hacerlo bien” esta vez.

Charles Manson

Tras allanar la casa y reducir a sus dos habitantes, Manson se marchó, dejando claras instrucciones de cómo tenían que proceder para asesinar a la pareja. Tex mató al esposo clavándole una bayoneta cromada en la garganta y apuñalándolo 12 veces, dejando después grabada a cuchillo en su abdomen la palabra “War” (“Guerra”), mientras que Patricia Krenwinkel y Van Houten, armadas con cuchillos de cocina, asestaron a la esposa un total de 41 puñaladas con las que le dieron muerte. No contenta con esto, Krenwinkel acribilló con un tenedor de trinchar el cuerpo sin vida de Leno hasta 14 veces, dejándoselo incrustado en el vientre, para después dejar clavado un cuchillo de carnicero en su garganta.

la palabra "Guerra" grabada en el cuerpo de LeBianca

Mientras Tex Watson se duchaba en la misma casa de las víctimas, Krenwinkel escribió en las paredes con la sangre de la pareja las palabras “Rise” (“Alzamiento”) y “Death to pigs” ("Muerte a los cerdos”), así como en la puerta de la nevera trazó el título de la canción de The Beatles, “Helter Skelter”, aunque lo escribió mal, poniendo “Healter Skelter”.

mensajes escritos por los asesinos con la sangre de los LeBianca

Esa noche, Manson todavía tenía pensado que sus adeptos cometiesen otro crimen en la zona, el de un actor conocido suyo del que también pensaba que era un “cerdo”, pero, una vez que el líder dejó a sus seguidores en la puerta de la casa y se marchó, una apesadumbrada Linda Kasabian, que esa noche también hacía las veces de vigía y que tampoco participó en el asesinato de los LeBianca, tuvo un arrebato de conciencia por lo que sus compañeros habían hecho los dos últimos días y saboteó el crimen deliberadamente, llamando a la puerta equivocada y provocando que el grupo tuviese que salir huyendo, no sin que antes Susan Atkins defecase en la escalera de la vivienda.

Susan "Sadie" Atkins

El hecho de que la esposa de los LeBianca se llamase Rosemary, igual que la protagonista de la película de Roman Polanski, no ayudó a disipar las sospechas que el público y los medios habían puesto sobre el cineasta, que iban en aumento.

 

Sospechosos nada habituales

Si uno compara el argumento de la película “La semilla del diablo” con el crimen real, hay ciertas similitudes, si bien no son argumentos exactos. En ambos casos, la protagonista principal era una joven esposa embarazada y había una secta satánica que realizaba macabros rituales. Si a eso se le suma que, en la película, el esposo está implicado en el satanismo y deja a su mujer a merced de los sectarios, lo fácil era apuntar directamente a Polanski que, sospechosamente, a dos semanas de dar a luz su mujer, insistió en no estar en el país el día de la tragedia.

el matrimonio Polanski

Sin embargo, el promiscuo director y orgulloso polígamo reconocido, estaba profundamente enamorado de su esposa, pese a que los votos matrimoniales no supusiesen nada para él, y tras su muerte se pudo ver por primera vez a un Polanski derrotado y totalmente exento de la vis de frialdad que siempre le había caracterizado. Habían asesinado a su esposa y a su futuro hijo. Roman estaba hundido, pero quería saber quién fue el responsable.

Polanski recién llegado de Londres tras el crimen

Polanski decidió participar en un reportaje en la revista Life donde se mostraron fotos suyas en la escena del crimen en las que todavía podían verse unos restos de sangre seca en el suelo y otros de la palabra “Cerdo” en la puerta. El objetivo del director era concienciar a la gente y remover sus emociones para que, si alguien tenía una pista, ayudase en una investigación que no avanzaba. Pero logró el efecto opuesto, avivando todavía más la llama de que él era un psicópata y estaba detrás de lo ocurrido.

fotos de Polanski en la escena del crimen, publicadas por la revista Life

La policía, sin embargo, creyó al cineasta y le instó a sospechar de su círculo de amistades e incluso aceptó su ayuda cuando se ofreció a colaborar en la investigación como detective aficionado. Los sospechosos de Polanski eran dos de los amigos de la pareja: John Phillips y Bruce Lee.

John Phillips y Bruce Lee, sospechosos de Polanski

El primero, porque Roman sabía que se había enterado de sus recientes escarceos en Londres con la exesposa del músico y pensó que habría podido querer vengarse perpetrando el horrible crimen y acusando al director de ser un cerdo. La policía le proporcionó al viudo un kit del departamento de investigación científica para que buscase restos de sangre en el coche del cantante, cosa que hizo, pero sin encontrar pruebas que implicasen a Phillips, quedando este fuera de sospecha.

El segundo, Lee, se convirtió en sospechoso porque la policía le dijo al director que había una prueba en el escenario del crimen que la prensa desconocía: unas gafas graduadas que habían encontrado en el suelo. Curiosamente, unos días después del asesinato, Bruce Lee le confesó a Polanski que había perdido sus gafas. El director se ofreció a acompañar a su amigo a la óptica para hacerse unas nuevas, momento que aprovechó para enterarse de qué graduación tenía el actor y pasarle ese dato a la policía. Las dioptrías de Lee no coincidían con las de las gafas halladas en el escenario del crimen, quedando fuera de la lista de sospechosos.

las gafas encontradas en la escena del crímen de Cielo Drive

Finalmente, la sectaria Susan Atkins, que se encontraba presa por ser sospechosa del asesinato de Gary Hinman, cometido por La Familia unos meses antes, se fue de la lengua con su compañera de celda, admitiendo orgullosa haber sido partícipe en los crímenes de Beverly Hills, con lo que la policía pudo al fin perfilar unos sospechosos, acabando por arrestar a los miembros de La Familia, incluido su mentor, Charles Manson.

 

La caída de La Familia

Rápidamente, la Familia Manson se fue desestructurando, mientras sus miembros huían y se escondían, repartiéndose por la zona, pero la policía les dio caza uno por uno.

miembos de La Familia Manson dirigiéndose al juicio: Tex, Atkins, Krenwinkel y Van Houten

Susan Atkins, Tex Watson, Patricia Krenwinkel y Leslie Van Houten fueron condenados a cadena perpetua, mientras que la arrepentida Linda Kasabian, que había huido abandonado a La Familia (y a su propia hija, que dejó en manos de la secta), prestó declaración en contra de sus compañeros a cambio de inmunidad, lo cual, unido a que ella no formó parte activa en los asesinatos, la permitió recuperar a su hija e iniciar una nueva vida.

Linda Kasabian declarando en el juicio contra La Familia

Por último, Charles Manson fue sentenciado por conspiración y autor intelectual de los asesinatos, siendo condenado a la pena de muerte, sin embargo, antes de su ejecución, el estado de California abolió la pena de muerte, con lo que le conmutaron la condena por cadena perpetua.

Manson es arrestado por última vez en su vida

Durante la investigación, se hizo pública una lista de víctimas que Charles Manson tenía preparada, en la que se encontraban:

El baterista de The Beach Boys, Dennis Wilson, al que no le perdonó que plagiase su canción.

Un muchacho llamado Mike Love, un joven con el que Manson empezó una amistad pero que se apartó de él cuando vio su estilo de vida de excesos.

La actriz Elizabeth Taylor, para la que tenían planeado sacarle los ojos con un cuchillo al rojo vivo.

El actor Richard Burton, al que habían planificado castrar antes de matar.

El cantante Tom Jones, incluido en la lista por Susan Atkins, la cual era fan suya y cuyos planes eran obligarlo a tener sexo con ella a punta de cuchillo, para después degollarlo.

El actor y cantante Frank Sinatra, para el que tenían preparado colgarlo de un gancho para la carne y despellejarlo vivo.

Dennis Wilson, Mike Love, Elizabeth Taylor, Richard Burton, Tom Jones, y Frank Sinatra

En último lugar de la lista, estaba el actor Steve McQueen que, si bien se había librado por poco de haber estado en la fiesta de Cielo Drive, estaba en la lista de Manson por otros motivos, y es que el líder sectario le había enviado hacía un tiempo un guion para una película escrito por el propio Manson, que, obviamente, McQueen rechazó, enfureciendo a Manson.

Steve McQueen

Estas son algunas de las declaraciones que hizo La Familia durante las vistas ante el juez, tras sus arrestos:

Susan “Sadie Mae Glutz” Atkins alegó: “Queríamos cometer un crimen para que el mundo reaccionara y nos hiciera caso. Me sentía satisfecha, cansada, pero en paz con el mundo. Sabía que esto era el principio del caos. Ahora el mundo escucharía”.

Atkins falleció en prisión en 2009 a causa de un tumor cerebral.

Charles Manson dijo: “Usted no lo entiende. John Lennon, el profeta, me dijo: ‘Charlie, levántate; ¡degüella a esos cerdos que se lo pasan bomba en sus mansiones de Hollywood! El momento ha llegado. ¡Tú eres el Hijo del Hombre y el Ángel Exterminador...!’”.

Manson murió en prisión en 2017 a causa de un cáncer.

Atkins y Manson envejecieron en la cárcel antes de morir

Con La Familia Manson entre rejas, Polanski tenía que retomar su vida, ahora sin su esposa y sin el hijo que esperaba tener por ese entonces. Le costó, pero volvió a hacer películas.

 

De vuelta tras las cámaras…

La tragedia de Cielo Drive hizo que Polanski nunca terminase la película que estaba preparando en Londres en 1969, pero regresó al cine dos años más tarde con la británica “Macbeth” (1971). Desde entonces y hasta la actualidad, Polanski no ha dejado de trabajar, dejando en su camino algunos títulos destacados como “Chinatown” (1974), con Jack Nicholson, Faye Dunaway y John Huston, o “El quimérico inquilino” (1976), con el director regresando a la actuación.

carteles de "Macbeth", "Chinatown" y "El quimérico inquilino"

Poco después dirigió la película “Tess” (1979), protagonizada por Nastassja Kinski y basada en la novela de Thomas Hardy titulada “Tess, la de los d'Urberville”. Le dedicó la película a su difunta esposa con un “A Sharon”, ya que ella había leído la novela el año en que fue asesinada, mientras estuvo visitando a Polanski en Londres, y le gustó tanto que se la había recomendado a su marido, al que le dijo: “Juntos podríamos hacer una película fascinante con este libro”.

póster de "Tess"

Tras su estreno, el director se tomó un descanso de seis años alejado de las cámaras que aprovechó para escribir su autobiografía, que publicó bajo el título “Roman por Polański” (1985).

la autobiografía de Polanski de 1985

Tras su regreso a la dirección con la cinta “Piratas” (1986), estrenó otros doce films, entre ellos, “Frenético” (1988), con Harrison Ford, “Lunas de hiel” (1992), “El pianista” (2002) u “Oliver Twist” (2005). Su última película estrenada hasta ahora, en el momento de escribir estas líneas, ha sido “El oficial y el espía” (2019).

carteles de estos films de Polanski

Muchas de estas cintas le proporcionaron a Polanski numerosos premios, entre ellos el Premio Oscar en la categoría de Mejor Director en el año 2002, por su película “El pianista”; un premio que le entregó Harrison Ford, pero no en Los Ángeles, y es que el director no podía estar en la ceremonia para recogerlo. De hecho, no podía estar en ninguna parte de Estados Unidos, porque se encontraba exiliado en Francia.

Ford entregando el Oscar a Polanski en Francia, 8 meses después de la ceremonia


…de vuelta bajo las sábanas

Tras enviudar, Roman Polanski no tardó en volver a tener sexo con mujeres, cosa que se le criticó bastante, a lo que el director respondió que "cada uno lleva su pena de modo distinto. Algunos se meten en un monasterio, otros se refugian en las drogas y yo voy a casas de putas". Sin embargo, el problema no fue que le gustase el sexo o que pasase su duelo en prostíbulos; el problema fue que le gustase hacerlo con muchachas menores de edad.

En 1977, el cineasta fue denunciado por abusos sexuales a una niña de 13 años llamada Samantha Gailey. Según la versión de la niña, el director, que ya le había realizado en su casa y junto a su madre una sesión fotográfica para la revista Vogue, la fue a buscar para una segunda jornada fotográfica, esta vez a solas, llevándola en esta ocasión a la casa de su amigo Jack Nicholson en Mulholland Drive, el cual se encontraba ausente, donde le dio champán con pastillas y la fotografió desnuda, antes de forzarla sexualmente. Polanski negó los cargos, pero cuando aparecieron pruebas incriminatorias, reconoció haber tenido sexo con ella, pero, según él, fue algo consentido por la muchacha.

Samantha Gailey con 13 años

Acusación y defensa llegaron a un acuerdo en el que el cineasta se declararía culpable de tener relaciones ilícitas con una menor, desestimándose cualquier otro de los cargos, incluido el de violación. La condena fue pasar 90 días en una prisión para someterse a una evaluación psiquiátrica, de los cuales solamente cumplió 42, ya que lo dejaron salir para viajar a Europa por trabajo.

una de las fotos tomadas por Polanski a la menor

Cuando el juez vio una foto de Polanski en la Oktoberfest de Munich, rodeado de chicas jóvenes, en lugar de estar trabajando en las localizaciones para su película, enfureció y lo hizo llamar de nuevo a EEUU para revisar su condena. Polanski acudió, pero cuando se dio cuenta de que se le podría condenar a una pena mayor por el Caso Gailey, se despidió por teléfono de su abogado y huyo a Europa, estableciéndose en Francia, país del que es ciudadano y, por lo tanto, no puede ser extraditado si no hay sobre él un cargo de violación.

el director captado divirtiéndose en el Oktoberfest de Munich

Desde 1978, el director no puede pisar Estados Unidos o cualquier otro país que tenga acuerdo de extradición con éste. Mientras tanto, en Francia lo condecoraron y le hicieron Miembro de la prestigiosa Académie Des Beaux-Arts de Francia.

en París, uniéndose a la Académie Des Beaux-Arts en 1998. A su lado Peter Ustinov

Polanski se volvió a casar en 1989 con la actriz, modelo y cantante francesa Emmanuelle Seigner, 33 años menor que él. Pero el tiempo pasó, el movimiento “metoo” llegó, y el miedo de las víctimas por delitos sexuales se minimizó.

Roman con su esposa Emmanuelle Seigner

En 2010, la actriz Charlotte Lewis declaró que el director también había abusado de ella cuando tenía 16 años, en 1985, durante el rodaje de “Piratas”.

En 2017, una mujer que se identificó públicamente bajo el pseudónimo de “Robin”, expuso que el cineasta también la forzó sexualmente cuando ella tenía 16 años, en 1973.

El mismo año, la actriz alemana Renate Langer explicó que Polanski abusó sexualmente de ella cuando tenía 15 años, en 1972.

En 2019, Valentine Monnier, una actriz y modelo francesa, lo acusó públicamente de violación, explicando que los hechos ocurrieron en 1975, cuando ella tenía 19 años.

Charlotte Lewis, Renate Langer y Valentine Monnier

De momento, Roman Polanski, aquel que durante el Holocausto nazi fue un niño judío, bajito y de raíces polacas que reconstruyó un rollo de película de “Blancanieves y los siete enanitos”, para poder verla con su proyector, todavía no se ha retirado oficialmente y sigue con su vida en Francia llena de libertad y privilegios a sus 87 años de edad.

Polanski en 2020

Mientras que su mujer, Sharon Tate, la preciosa y talentosa modelo, discreta actriz y estoica esposa, falleció a los 26 años embarazada de su primer hijo. Si el argumento de “Erase una vez… en Hollywood” (2019), de Quentin Tarantino, no fuese ficción, Tate hoy tendría 78 años y, probablemente, seguiría bailando al ritmo de la música de los 60, sin embargo, Sharon se mudó de su residencia en Cielo Drive a otra residencia en otro cielo, con su bebé en brazos.
la sonrisa eterna de Sharon Tate

Dejo fotos de mi colección, de algunas de las películas mencionadas.



01 agosto, 2021

Polanski y Tate III: El sueño americano


Sharon Tate
y Roman Polanski esperaban un hijo y sus vidas y carreras estaban en su mejor momento. Ella se había convertido en un icono sexual y le llovían las ofertas del cine y las revistas, mientras que el director, que con su última película había tocado el cielo, ya podía hacer lo que quisiera con quien quisiese, porque nadie le diría no. Sin embargo, ese momento dulce estaba apunto de tornarse en el más amargo para la pareja. Pero antes de continuar con la historia de Roman y Sharon, vamos a adentrarnos en la oscura trayectoria de la persona que le puso fin.

Muchos conocen a Charles Manson como uno de los asesinos en serie más famosos, despiadados y sanguinarios de la historia estadounidense, pero la realidad es que él nunca mató a nadie, al menos, no con sus propias manos.

 

El gurú oscuro

Charles Milles Maddox nació en 1934 en Cincinnati, Ohio, hijo de Kathleen Maddox, una madre soltera adolescente, prostituta y alcohólica, que más tarde se casó con un obrero apellidado Manson, del que tomaron el apellido. Cuando su madre fue arrestada por robo y agresión, Charles acabó en una escuela para niños sin hogar de la que se escapó, comenzando su vida delictiva a los 13 años, cuando cometió su primer atraco a mano armada, que lo llevó a un reformatorio del que también se fugó.

Charles Manson de niño

Durante su juventud fue acumulando arrestos por robo de vehículos, falsificación de cheques, fraude y proxenetismo, delitos que alternó con dos cortos matrimonios, el primero con una enfermera de 17 años, con la que concibió su primer hijo, y el segundo con una prostituta que lo acusó de forzarla a ejercer y con la que tuvo su segundo hijo.

un joven Manson fichado
En sus frecuentes estancias en la cárcel, Manson empezó a estudiar la filosofía oriental y se comenzó a formar en el esoterismo, teniendo especial interés en el satanismo. Dotado con una gran inteligencia y una capacidad de oratoria con la que lograba convencer a cualquiera que se parase a escucharlo, Manson, que podría decirse que estaba unido al movimiento hippie, pero bajo su propia interpretación del mismo, ya que sus fundamentos no se basaban en la paz y el amor, sino en el caos y el rencor, se estableció como un gurú durante el “Verano del Amor” de 1967, mientras proclamaba su palabra, basada en una reinterpretación propia de la Biblia que mezclaba con conceptos del satanismo y cuyo lema era que solo aquellos que le siguiesen podrían salvarse del Apocalipsis.

Cuando reunió a suficientes adeptos, decoraron un viejo autobús escolar y se dedicaron a recorrer la costa en busca de nuevos seguidores. Gracias a su poder de convicción, le resultaba muy fácil encontrar a gente que se sintiese a gusto a su lado, sobre todo mujeres. Una de sus parejas fue la universitaria Mary Brunner, a la que convenció para que le permitiese ir a vivir con ella. Un gran error por parte de Brunner, que vio como Manson pronto invitaba a otra mujer a vivir con ellos sin haberle consultado. En pocos días, la pareja compartía la vivienda con otras dieciocho mujeres. Mary podría considerarse el primer miembro de un grupo que escribiría una fatídica parte de la historia.

Mary Brunner

California Dreamin'

En 1968, ya afincado en California, Manson conoció a Dennis Wilson, baterista cofundador del grupo musical The Beach Boys, gracias a que el músico, que sentía debilidad por las mujeres, había recogido con su coche a dos chicas autoestopistas que resultaron ser del grupo de Manson. Al día siguiente y antes de darse cuenta, Wilson tenía ocupada su casa por Manson y doce de sus seguidores, en su mayoría mujeres, que se instalaron junto al músico de forma pacífica, pero sin aceptar un no por respuesta. Charles, que había aprendido a tocar la guitarra en la cárcel, aprovechó su estancia en casa de Wilson para aficionarse a la música underground, donde compuso algunas canciones que, aunque no hay constancia de ello, hay quien dice que llegó a grabar en el estudio personal de Wilson, mientras que otra teoría sostiene que Wilson llegó a plagiar una de esas composiciones de Manson, incluyéndola en el disco de The Beach Boys de 1969 titulado “20/20”.

el Beach Boy Dennis Wilson

Mientras tanto, Manson, que a esas alturas ya se autodenominaba como “el Espíritu”, “el Mesías”, “Satán” o “el Anticristo”, continuaba reuniendo seguidores, especialmente jóvenes impresionables, la mayoría de ellos de familias conflictivas y en situaciones precarias, y fue sembrando en ellos su propia ideología, una que combinaba sus conocimientos místicos aprendidos en su formación autodidáctica, con un pensamiento propio basado en ideas apocalípticas, entre ellas, su creencia en algo a lo que él mismo llamó “Helter Skelter”, cuyo nombre extrajo de una canción homónima del "Álbum Blanco" de The Beatles que, según la interpretación de Manson, hablaba de una hipotética guerra racial entre negros y blancos que él pensaba que estaba a punto de llegar y que desencadenaría el fin del mundo como lo conocemos, donde se instauraría un nuevo orden en el que él sería el “Rey del Mundo”.

single en vinilo de "Helter Skelter"

Manson formaba así su propia secta compuesta por un montón de adolescentes y jóvenes adultos que lo seguían con los ojos cerrados y a los que llamó “La Familia”.

 

La Familia Manson

Ese mismo año, el mánager de Wilson les dijo que ya no podían seguir viviendo en la residencia del cantante, así que Manson y “su familia” buscaron dónde establecerse, encontrando la guarida idónea para la comuna en el Rancho Spahn, una desatendida granja que en el pasado se había usado para rodar algunas escenas de westerns y cuyos únicos ocupantes eran su anciano y casi ciego dueño, George Spahn, y el actor y cuidador del rancho, Donald Shea.

el Rancho Spahn

El viejo Spahn les permitió quedarse a cambio de realizar trabajos en la propiedad. Sin embargo, para no correr el riesgo de que les quisiese cobrar alquiler en algún momento, Charles Manson ordenó a todas las muchachas de la secta que de vez en cuando tuviesen relaciones sexuales con el anciano, a lo que las chicas accedieron sin dudarlo un instante. Por su parte, Shea no veía con buenos ojos la estancia de los hippies en el rancho y todos los días intentaba convencer a Spahn de que los echase. Manson se percató de esto y ordenó a Steve Grogan y Bruce Davis que lo matasen y enterrasen su cuerpo en las inmediaciones del racho, y así lo hicieron.

George Spahn y Donald Shea

Sin abandonar el lugar y para ampliar su zona de operaciones en un momento en el que La Familia empezaba a crecer considerablemente, Manson ocupó otros dos ranchos de la zona, el Myers y el Barker, así como una casa abandonada de color amarillo donde le gustaba encerrarse a componer canciones y a la que llamó “El submarino amarillo”, en honor a la canción de un grupo que ya le obsesionaba, llegando a creer que The Beatles eran en realidad los “Cuatro Jinetes del Apocalipsis” y que le enviaban mensajes a través de su música.

la casa "El submarino amarillo"

El organigrama de la secta iba tomando forma, estableciéndose un orden jerárquico entre sus miembros, de los cuales Manson escogió como hombres de confianza a Charles Watson, cuyo apodo era "Tex", y a Bruce Davis, del que se decía que era su mano derecha. A su vez, Susan Atkins, que apuntaba maneras por su apasionada implicación y un acentuado sadismo (no en vano, su apodo era "Sadie Mae Glutz"), se convirtió en la fémina que más garantías le ofrecía a su líder, a la que le confiaba ciertas tareas que nunca hubiese asignado a las demás.

algunos de los rostros principales de La Familia

Otros nombres importantes de La Familia, compuesta en su mayoría por chicas, eran Linda Kasabian (“Drouin”), Patricia Krenwinkel (“Big Patty”), Leslie Van Houten (“Lulu”), Sandra Good ("Blue"), Diana Bluestein ("Snake"), Bobby Beausoleil (“Cupid”), Lynette Fromme ("Squeaky"), Steven Dennis Grogan ("Clem") y Mary Brunner.

 

Helter Skelter

Con su idea de una guerra racial inminente, Manson les pedía a los miembros de su secta que se preparasen, sembrando en sus mentes ideas violentas y convenciéndoles de que Satán es Dios y la muerte es la vida, hasta que estuvo convencido de que ya estaban preparados para matar en su nombre. A su vez, él mismo tomaba cartas en el asunto para provocar su ansiado conflicto étnico.

Charlie, líder y fundador de La Familia

Empezó en julio de 1969, cuando estafó al traficante de drogas de raza negra Bernard "Lotsapoppa" Crowe, al que después el propio Manson disparó y dio por muerto, aunque en realidad había sobrevivido. Por otro lado, ordenó a tres miembros de La Familia, Bobby Beausoleil, Mary Brunner y Susan Atkins, que fuesen a por el músico blanco y también traficante de drogas Gary Hinman, al que Manson acusaba de haberles vendido mescalina en mal estado y al que tomaron como rehén durante dos días, antes de que Manson le cortase una oreja y Beausoleil, por orden de su líder, lo asesinase a cuchilladas. Con su sangre escribieron en las paredes “Political Piggy” (“Cerdito Político”), junto al símbolo del partido de gente de color llamado “Pantera Negra”, para implicar a estos y dar pie al inicio de la guerra racial.

Gary Hinman, músico y traficante

Paralelamente a su plan de comenzar el “Helter Skelter”, Manson componía canciones con sus seguidores que trataban y promovían el tema de la guerra de razas, con la idea de lanzar un álbum que esperaba que le produjese Terry Melcher, productor de algunos temas de The Beach Boys y con el que presuntamente había quedado en “El submarino amarillo” para que escuchase sus canciones. Melcher nunca se presentó y eso enfureció a Manson, que rápidamente se dirigió a visitarlo en su casa. La última dirección del productor que Manson conocía era una mansión de Beverly Hills donde Melcher estaba de alquiler: el 10050 de Cielo Drive.

el productor musical Terry Melcher

Corría el mes de marzo de 1969 cuando Manson llegó al lugar, donde se encontró en la puerta de la residencia con la actual inquilina de la casa, Sharon Tate, embarazada de casi cuatro meses, y con su amigo y fotógrafo Shahrokh Hatami, el cual se encaró con Manson desde la acera. Algunos vecinos, preocupados, se interesaron por la presencia de un extraño en su zona residencial privada y también salieron a la calle. Entre todos le dijeron a Manson que Melcher ya no vivía allí y, de malas maneras, le apremiaron a irse. Manson se fue en silencio, pero sabía que eso no quedaría así.

Sharon Tate con un avanzado embarazo


De ruta por Europa

Tras el encuentro con Manson, Sharon Tate se fue a Roma a terminar el rodaje de la película italiana “¿Cuál de las trece?” (1969), cuyo reparto contaba con Vittorio Gassman y Orson Welles. En la filmación se trató de ocultar cuidadosamente el embarazo de Tate, que ya se le empezaba a notar. Todo fue según lo previsto, así que la actriz pasó por Londres a visitar a su marido Roman, que se encontraba trabajando en la que iba a ser su siguiente película, “El día del delfín”, un proyecto que contaba en su reparto con un amigo de la pareja, Warren Beatty, y que el director nunca terminó. Luego, Sharon regresó a Estados Unidos a cumplir sus últimos meses de embarazo mientras esperaba el regreso de Polanski.

Roman Polanski y su amigo Warren Beatty

Ya embarazada de ocho meses y medio, se mostraba decepcionada de que, a dos semanas de dar a luz, su marido no hubiese regresado todavía de Europa. Hay quien dice que el director retrasó su regreso porque durante su estancia en Londres estaba manteniendo relaciones sexuales con Michelle Phillips, la cantante de “The Mamas & the Papas” y exmujer de otro de los componentes del grupo, John Phillips, también amigo de los Polanski y que en ese momento se encontraba en California.

Michelle Phillips, una "Mama" sin "Papa"


Una cena con amigos

La noche del 8 de agosto de 1969, Sharon Tate rechazó la invitación de su hermana para cenar juntas y decidió apuntarse al plan de su amigo Jay Sebring para salir de cena con amigos entre los que se invitó, curiosamente, a John Phillips, además de a Bruce Lee, Steve McQueen, el productor musical Quincy Jones y la pareja formada por un amigo de Polanski, el aspirante a guionista Wojciech Frykowski, y su último ligue, la heredera de la fortuna de la industria del café Abigail Folger.

Tate y Sebring posando en la piscina

Bruce Lee declinó la oferta porque tenía otros compromisos, mientras que a Quincy Jones se le olvidó por completo la cita. John Phillips estaba tan drogado esa noche que no pudo encontrar la casa y Steve McQueen, quien le había dicho a su mujer que asistiría a esa cena e incluso llegó a dirigirse al restaurante junto a su amigo Jay Sebring, en el último momento decidió cambiar los planes y pasar la noche con una de sus amantes. Tras la cena en el restaurante mexicano El Coyote, Tate invitó a terminar la noche reunidos en su casa de Cielo Drive a los únicos tres que asistieron a la cita: Sebring, Frykowski y Folger. Llegaron a la casa a las 22:30h.

Wojciech Frykowski y Abigail Folger

Esa misma noche, Manson, todavía resentido con el trato que se le dio unos meses antes en Cielo Drive y dispuesto a sembrar el caos en Hollywood para que se iniciase su anhelada guerra racial, encargó a Tex Watson tomar a las sectarias Susan Atkins, Linda Kasabian y Patricia Krenwinkel, armarse con revólveres, cuchillos de caza y 13 metros de cuerda de nylon de tres trenzas y, según sus propias palabras, ir a "esa casa donde Melcher vivía" y "destruir totalmente a todo el mundo de la manera más horripilante que puedas". Los miembros de La Familia se subieron a su Ford Galaxie Inca Gold en dos tonos de blanco y condujeron hasta el 10050 de Cielo Drive.

el Ford Galaxie auténtico que perteneció a La Familia

Una noche en Cielo Drive

William Garretson, el conserje que se encargaba del mantenimiento de la casa de los Polanski, vivía en una pequeña casa de invitados dentro del recinto. Esa noche, a las 23:30, mientras Tate y sus amigos disfrutaban de su reunión en la vivienda principal, un amigo de 18 años de Garretson, Steven Parent, había ido a visitarlo para tomar unas cervezas con él. Finalizada la reunión, ya de madrugada, Parent salió de la vivienda de su amigo y se subió al coche para volver a su casa justo en el momento en el que La Familia Manson llegaba al lugar. El joven recibió cuatro disparos de Tex Watson y murió en el asiento del conductor. Sería la primera víctima de la noche.

Steven Parent, primera víctima de la matanza de Cielo Drive

Tras cortar la línea telefónica y atravesar el jardín, Watson le dijo a Linda que se quedara vigilando la puerta, con lo que ella no pisó nunca la casa ni participó en la realización de los asesinatos. Tex, Atkins y Patricia entraron en la residencia y maniataron en el sofá a Frykowski, que fue al primero que se encontraron. Después reunieron y redujeron a los otros tres amigos, haciéndoles tumbarse bocabajo mientras Sebring les rogaba que tuvieran en consideración el avanzado estado de gestación de Tate, logrando que a ella la dejaran sentarse en una silla.

Atkins, Krenwinkel y Van Houten

En un descuido de Tex Watson, Sebring intentó quitarle el revólver de la mano, pero no lo consiguió y acabó recibiendo un disparo que no lo mató, siendo después pateado repetidamente en la cara por Watson, que le rompió el tabique y la cuenca de un ojo. Tras el acto de rebeldía, Tex ordenó atar a todos con la cuerda, excepto a Frykowski, encargando a Atkins que lo matase. Solamente les había dado tiempo de amarrar a Tate y a Sebring, a los que ataron juntos, cuando Frykowsky, al que Atkins se disponía a matar, intentó zafarse y forcejeó con ella sin éxito, llevándose cuatro puñaladas de Atkins, un disparo de Tex y un golpe en la cabeza con la culata de un revólver que hizo que el arma se rompiese, pero nada de eso acabó con su vida, aunque sí lo dejó muy maltrecho.

Charles "Tex" Watson

Su pareja, Abigail Folger, a la que no les dio tiempo de atar, aprovechó el desconcierto para correr hacia la entrada de la casa y pedir ayuda. Patricia corrió tras ella y Watson, después de asestarle otras cuatro puñaladas al inmovilizado Sebring, que esta vez sí acabaron con su vida, también la persiguió. Le dieron caza en el jardín, donde, entre los dos, le propinaron 28 puñaladas que no acabaron con su vida inmediatamente. En ese momento, un muy malherido Frykowski consiguió arrastrarse hasta la calle, donde se encontró con Linda Kasabian, que seguía vigilando. Después de cruzar su mirada con la de Kasabian durante unos segundos, Frykowski cayó desplomado al suelo a causa de sus heridas, pero eso no impidió que cuando Tex Watson logró alcanzarlo, le asestase 51 puñaladas que esta vez sí lo mataron. Desde la calle, Linda vio horrorizada lo que estaban haciendo sus compañeros y sintió el impulso de huir, llegando a subirse al coche, pero no se atrevió a hacerlo. Mientras tanto, Abigail Folger logró ponerse en pie y caminar hasta la piscina, donde cayó muerta a causa de sus graves heridas.

Linda Kasabian

Sharon, ilesa hasta el momento y la única que quedaba viva y que seguía atada al cadáver de su buen amigo y confidente Sebring, intentó huir sin éxito. La bella actriz vio con horror como Susan Atkins y Patricia Krewinkel se acercaban a ella y la sujetaban entre las dos; Tex Watson se aproximó también, sacó su cuchillo de caza, la miró y le dijo “Soy el Diablo y he venido a hacer el trabajo del Diablo”, y le asestó 16 puñaladas que acabaron con su vida y la de su bebé nonato. Moría así con 26 años Sharon Tate, esposa de Roman Polanski, en su residencia de Beverly Hills.

la preciosa Sharon Tate

Antes de huir, Susan Atkins metió los dedos en una de las heridas de Sharon y probó el sabor de su sangre, después, empapó una toalla en la misma herida y escribió con sangre en la puerta de entrada la palabra “PIG” (“CERDO”).

Poco después, antes del amanecer, Manson y otro adepto se acercaron a la mansión para borrar algunas huellas y dejar el escenario tal y como el líder sectario quería que lo encontrasen.

El crimen se calificó después como un asesinato ritual.


la palabra "CERDO" en la puerta de la casa de los Polanski
Nos vemos en la cuarta y última parte de esta serie de artículos dedicados a Polanski, Tate y su tragedia.

la policía retirando los cuerpos de la mansión



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